domingo, 10 de junio de 2018


NOTAS DEL PASTOR

LA RELIGIÓN VERDADERA.




Existen muchísimas religiones en el mundo, tantas que hay una gran variedad de donde escoger, unas politeístas, otras monoteístas y hasta existen ateístas. Algunas de estas religiones derivan o nacen de otras ya existentes. Por lo que muchos se podrán preguntar ¿cuál es la religión verdadera? Seguro tú dirás “la religión cristiana por supuesto” o “el cristianismo”, pero si eso es lo que piensas déjame decirte que te equivocas. No hay nada más equivocado que el pensar que el cristianismo es la religión verdadera, por una sencilla razón. “El cristianismo no es una religión”.

El cristianismo no posee las mismas características o pautas del resto de las distintas creencias religiosas que puede tener la humanidad en este mundo. Para entender esto primero debemos entender mejor que es una religión

El origen de la palabra “Religión” la encontramos muy posiblemente en la palabra latina “religio”, la cual es una palabra compuesta formada con el prefijo “re” que indica intensidad, el verbo “ligare” que significa “ligar” o “amarrar”, y el sufijo “ion” que indica acción y efecto. Por lo cual el significado de religión viene siendo algo así como: la acción y efecto de ligarse fuertemente más comúnmente con una deidad o deidades. Originalmente esta palabra incluía las ideas de “veneración y respeto o temor a los dioses”. Luego con el cristianismo al pasar por la edad media tomaría más el significado de “conducta o modo de vida” y más tarde a su significado general actual de “creencia”. Una religión está constituida básicamente por un conjunto de filosofías o ideologías acerca de creencias o dogmas acerca de la divinidad, de normas morales para la conducta individual y social y de prácticas rituales para dar culto.

Mucha gente, incluyendo a los mismos creyentes, ven al cristianismo de esta manera, es decir, como una religión, otros sin embargo afirman que el cristianismo no es una religión, pero no tienen muy claro por qué no lo es, básicamente lo dicen porque eso fue lo que le dijo su líder espiritual, otros en iguales circunstancias son capaces de decir: no lo es porque “el cristianismo es una forma de vida”, pero eso también entra dentro de la definición de religión así que no es una respuesta muy convincente.

Lo cierto es que el cristianismo no se parece en nada al budismo, o al islamismo, o al confucionismo o a cualquier otra religión. Mientras los fundadores de estas religiones dijeron: “Estas son mis enseñanzas, crean en lo que les enseño, sigan mi filosofía”. Jesús dijo: “Sígueme” (Mateo 9:9). En todo el mundo los distintos líderes religiosos dijeron: “sigan mi camino para obtener la vida, porque lo que les enseño es la verdad” Jesús dijo: “Yo soy el Camino y la Verdad y la Vida, nadie va al Padre si no es por mi” (Juan 14:6). Los padres de tantas religiones preguntaron: “¿Qué les parece los que les enseño? Jesús dijo: “¿Y vosotros, quien decís que soy?” (Lucas 9:20). Mientras que los devotos religiosos se preguntan: ¿Qué ideología es la que profeso? Un verdadero cristiano debe preguntarse: “¿qué haré de Jesús, llamado el Cristo?” (Mateo 27:22).

El mensaje de Jesús está fundamentado en él mismo. Sus enseñanzas, parábolas, y hasta sus declaraciones, directa o indirectamente, se refieren a su propia persona y el cumplimiento de sus mandamientos no es una acción para llegar a Él sino que viene dada como consecuencia de amarlo a Él (Juan 14: 14, 21). La salvación es consecuencia de haber tenido un encuentro personal con Él y de conocerle (Mateo 7: 23). Es por eso precisamente que el juicio de Jesús es único, ya que a él no lo condenaron por algo que haya hecho o dicho, si no por quién era (Mateo 27:37). La causa por el que fue declarado digno de muerte fue ser el Hijo del Bendito. El tema de discusión en el juicio de Jesús era su identidad, es decir, quien era él (Marcos 14:61-64). Este es el punto clave del cristianismo, está basada en una identidad, no en una ideología, y requiere de una relación personal con Él. Y es por eso que la resurrección de Jesús es un punto tan argüido e importante en la fe cristiana porque con ella se cae o se consagra la fe ya que como dice el apóstol: “Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe” (1 Corintios 15: 14). Ya que como el mismo Pablo explica, seriamos los más miserables y dignos de lástima porque, en ese caso, Jesús seria un hombre cualquiera y su sacrificio en la cruz no serviría de nada, aun estaríamos en nuestros pecados separados de Dios, pero como Jesús si resucitó (la resurrección es un hecho histórico), Él si es quien dijo ser, el hijo de Dios y en Él tenemos el perdón de nuestros pecados y la vida eterna (1 Corintios 15: 17-20).

Cuando Dios reveló su Palabra a Moisés y a tantos otros profetas su objetivo no era crear una religión. Y cuando Jesucristo caminó entre nosotros lo menos que pretendía era crear una nueva religión. Dios solo nos revelo verdades y principios universales que rigen tanto el mundo espiritual como nuestro propio universo y el hombre sin buscar entenderlas convirtió esas verdades en no una sino varias religiones. La religión es un invento humano, no lo creó Dios. La religión es, por un lado, la forma que encontró el hombre de darle explicación a lo que no entiende, y por el otro, es la manera de buscar llegar a Dios, de unirse a Dios a través de sus propios medios, sus esfuerzos y logros ya que por causa del pecado se encuentra separado de Él. Y esta es otra gran diferencia entre la religión y la fe cristiana. Para entender esto imaginemos una gran escalera que conecta la tierra y el cielo donde habita Dios. Una escalera tan larga que para nuestra vista sería imposible ver dónde termina. En la religión el hombre trata de subir esa escalera para llegar al trono de Dios, pero nunca logra llegar hasta el final ya que hacerlo está fuera de nuestras posibilidades (Mateo 19:25-26 cf. Efesios 2:8). En el cristianismo es Dios que sabiendo la imposibilidad del hombre para llegar hasta Él, es Él a través de su Hijo Jesús el que desciende la escalera para encontrarse con la humanidad en el peldaño más bajo y tener comunión con el ser humano (Filipenses 2: 6-11). El cristianismo no se basa en lo que el hombre puede hacer para llegar a Dios como la religión, se basa en lo que hizo Dios para llegar al hombre.

El cristianismo es algo así como un importante curso donde para aprobarlo no tienes que presentar exámenes, ni memorizar todo lo que se te enseña sino básicamente conocer al profesor, saber quién es él y desarrollar un trato personal con él. Es por eso que podemos decir con toda certeza que la fe cristiana no es una religión, es una relación. No es un sistema de doctrinas y creencias. Es una persona.

Aunque la religión se iniciara con fines puros a llegando a ser un medio para controlar a las masas. Por un lado predica amor, verdad y unión, pero es la principal creadora de hipocresía, sembradora de odio, crea divisiones, se aprovecha de los deseos sinceros de creer de las personas para manipular entre otras cosas, es por eso que el apóstol Pablo advirtió a todos los que se consideraban religiosos que debían refrenar su lengua, dedicarse a servir a otros y apartarse del mal (Santiago 1:26-27). Y Jesús al ver a los líderes religiosos nos advertía sobre ellos diciendo que debíamos hacer lo que ellos dicen, más no lo que ellos hacen (Mateo 23: 2-4).

Muchos piensan que por el hecho de ser evangélicos o católicos ya son cristianos, pero no importa si eres católico o evangélico, si no tienes una relación personal con Dios a través de Jesús, tú no eres cristiano. Solo estás practicando una religión. Pablo dijo; “Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.” (1 Corintios 10:12) por tanto debemos examinarnos a nosotros mismos si estamos en la fe; probarnos a nosotros mismos para comprobar si Jesucristo está en nosotros, o por el contrario nos encontramos reprobados (2 Corintios 13: 5) debemos preguntarnos: ¿tengo una relación personal con Cristo? ¿Soy yo verdaderamente Cristiano? Porque no es lo mismo ser evangélico que tener una relación personal con Dios, es vital que pensemos con seriedad en todas las implicaciones de aceptar a Cristo en tu vida. Tu puedes ser un buen evangélico o un buen católico, leer la Biblia, orar, ser fiel a tu iglesia, hablar a otros acerca de Dios y hasta ser líder en tu congregación pero eso solo te convierte en un religioso, un muy buen religioso. Sé que esto es difícil de aceptar, pero debemos hacerlo para poder avanzar al lugar donde de verdad necesitamos estar. Mas para ser verdaderamente un cristiano necesitas tener una relación personal con Dios. La Biblia describe el ser cristiano como una relación matrimonial donde tú adquieres un triple compromiso o entrega:

A)   Compromiso intelectual. Así como es importante conocer a la persona con la que te vas a casar, su personalidad, sus gustos e intereses de la misma manera tu relación con Dios implica un compromiso tanto de tu mente como de tu intelecto buscando cada día conocer más y más de tu amado Salvador. No debes vivir una fe ciega. Ser cristiano no significa creer cosas solo por la necesidad de creer en algo. La fe cristiana se basa en hechos documentados y registros históricos (Romanos 12: 2).

B)    Compromiso emocional. Al hablar de compromiso emocional me refiero a amar a Dios sobre todas las cosas (Mateo 22:37-38), pero es muy común confundir el amor con emocionalismo. Esto es una cosa nada buena, porque las emociones son muy fluctuantes, en un momento queremos algo y al siguiente nos aburre mientras que el amor nunca deja de ser (1 Corintios 13). El amar a Dios nos permite confiar en él, creerle y ser obedientes, aceptar su voluntad por muy descabellada que parezca, porque sabemos que el solo busca nuestro bien y Él sabe muy bien lo que hace. Cuando le amamos obedecemos sus mandamientos, guardamos su palabra, buscamos de él cada día más.

C)    Compromiso de la voluntad. Así como en el matrimonio, por más que estés comprometidos emocional e intelectualmente, no estarán casados hasta que hayas dicho el sí quiero, una expresión de compromiso mutuo. Lo mismo sucede con tu relación con Dios. Tú no llegas a ser cristiano solo porque te emocione la idea de serlo o porque estés de acuerdo con las enseñanzas de la Biblia. Llegas a ser cristiano cuando además de todo lo demás entregas tu voluntad a Dios permitiendo que Él controle y dirija tu vida reconociéndolo como la autoridad máxima de tu vida, estar dispuesto a ordenar tu estilo de vida, tu forma en que vives, piensas y actúas de acuerdo a su voluntad y vivir en obediencia a Dios en tu vida cotidiana.

La verdad es que no importará a que iglesia asista o de que religión seas, si ella es la verdadera o no. Si crees que Jesús es el hijo de Dios y Salvador del mundo, si crees que murió por tus pecados, pero nunca le has entregado el control de tu vida, sin lugar a dudas eres un buen evangélico, pero realmente no eres cristiano, no tienes una relación personal con Dios.

Pastor Eliezer David Guevara C.