NOTAS DEL PASTOR
LA RELIGIÓN VERDADERA.
Existen muchísimas religiones en el mundo, tantas
que hay una gran variedad de donde escoger, unas politeístas, otras monoteístas
y hasta existen ateístas. Algunas de estas religiones derivan o nacen de otras
ya existentes. Por lo que muchos se podrán preguntar ¿cuál es la religión verdadera? Seguro
tú dirás “la religión cristiana por supuesto” o “el cristianismo”, pero
si eso es lo que piensas déjame decirte que te equivocas. No hay nada más
equivocado que el pensar que el cristianismo es la religión verdadera, por una
sencilla razón. “El cristianismo no es
una religión”.
El cristianismo no posee las mismas características
o pautas del resto de las distintas creencias religiosas que puede tener la
humanidad en este mundo. Para entender esto primero debemos entender mejor que
es una religión
El origen de la palabra “Religión” la encontramos
muy posiblemente en la palabra latina “religio”,
la cual es una palabra compuesta formada con el prefijo “re” que indica intensidad, el verbo “ligare” que significa “ligar”
o “amarrar”, y el sufijo “ion” que indica acción y efecto. Por lo
cual el significado de religión viene siendo algo así como: la acción
y efecto de ligarse fuertemente más
comúnmente con una deidad o deidades. Originalmente esta palabra incluía las
ideas de “veneración y respeto o temor a
los dioses”. Luego con el cristianismo al pasar por la edad media tomaría
más el significado de “conducta o modo de
vida” y más tarde a su significado general actual de “creencia”. Una religión está constituida básicamente por un conjunto
de filosofías o ideologías acerca de creencias o dogmas acerca de la divinidad,
de normas morales para la conducta individual y social y de prácticas rituales para
dar culto.
Mucha gente, incluyendo a los mismos creyentes, ven
al cristianismo de esta manera, es decir, como una religión, otros sin embargo
afirman que el cristianismo no es una religión, pero no tienen muy claro por
qué no lo es, básicamente lo dicen porque eso fue lo que le dijo su líder espiritual,
otros en iguales circunstancias son capaces de decir: no lo es porque “el cristianismo es una forma de vida”, pero
eso también entra dentro de la definición de religión así que no es una
respuesta muy convincente.
Lo cierto es que el cristianismo no se parece en
nada al budismo, o al islamismo, o al confucionismo o a cualquier otra
religión. Mientras los fundadores de estas religiones dijeron: “Estas son mis
enseñanzas, crean en lo que les enseño, sigan mi filosofía”. Jesús dijo: “Sígueme” (Mateo 9:9). En todo el mundo los distintos líderes religiosos
dijeron: “sigan mi camino para obtener la vida, porque lo que les enseño es la
verdad” Jesús dijo: “Yo soy el Camino y
la Verdad y la Vida, nadie va al Padre si no es por mi” (Juan 14:6). Los padres de tantas
religiones preguntaron: “¿Qué les parece los que les enseño? Jesús dijo: “¿Y vosotros, quien decís que soy?” (Lucas 9:20). Mientras que los devotos
religiosos se preguntan: ¿Qué ideología es la que profeso? Un verdadero
cristiano debe preguntarse: “¿qué haré
de Jesús, llamado el Cristo?” (Mateo
27:22).
El mensaje de Jesús está fundamentado en él mismo. Sus
enseñanzas, parábolas, y hasta sus declaraciones, directa o indirectamente, se
refieren a su propia persona y el cumplimiento de sus mandamientos no es una
acción para llegar a Él sino que viene dada como consecuencia de amarlo a Él (Juan 14: 14, 21). La salvación es
consecuencia de haber tenido un encuentro personal con Él y de conocerle (Mateo 7: 23). Es por eso precisamente
que el juicio de Jesús es único, ya que a él no lo condenaron por algo que haya
hecho o dicho, si no por quién era (Mateo
27:37). La causa por el que fue declarado digno de muerte fue ser el Hijo
del Bendito. El tema de discusión en el juicio de Jesús era su
identidad, es decir, quien era él (Marcos
14:61-64). Este es el punto clave del cristianismo, está basada en una
identidad, no en una ideología, y requiere de una relación personal con Él. Y es
por eso que la resurrección de Jesús es un punto tan argüido e importante en la
fe cristiana porque con ella se cae o se consagra la fe ya que como dice el apóstol:
“Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana
es también vuestra fe” (1 Corintios 15: 14). Ya que como el mismo Pablo explica, seriamos
los más miserables y dignos de lástima porque, en ese caso, Jesús seria un
hombre cualquiera y su sacrificio en la cruz no serviría de nada, aun estaríamos
en nuestros pecados separados de Dios, pero como Jesús si resucitó (la
resurrección es un hecho histórico), Él si es quien dijo ser, el hijo de Dios y
en Él tenemos el perdón de nuestros pecados y la vida eterna (1 Corintios 15: 17-20).
Cuando Dios reveló su Palabra a Moisés y a tantos
otros profetas su objetivo no era crear una religión. Y cuando Jesucristo caminó
entre nosotros lo menos que pretendía era crear una nueva religión. Dios solo
nos revelo verdades y principios universales que rigen tanto el mundo
espiritual como nuestro propio universo y el hombre sin buscar entenderlas
convirtió esas verdades en no una sino varias religiones. La religión es un
invento humano, no lo creó Dios. La religión es, por un lado, la forma que
encontró el hombre de darle explicación a lo que no entiende, y por el otro, es
la manera de buscar llegar a Dios, de unirse a Dios a través de sus propios
medios, sus esfuerzos y logros ya que por causa del pecado se encuentra
separado de Él. Y esta es otra gran diferencia entre la religión y la fe
cristiana. Para entender esto imaginemos una gran escalera que conecta la
tierra y el cielo donde habita Dios. Una escalera tan larga que para nuestra
vista sería imposible ver dónde termina. En la religión el hombre trata de
subir esa escalera para llegar al trono de Dios, pero nunca logra llegar hasta
el final ya que hacerlo está fuera de nuestras posibilidades (Mateo 19:25-26 cf. Efesios 2:8). En el
cristianismo es Dios que sabiendo la imposibilidad del hombre para llegar hasta
Él, es Él a través de su Hijo Jesús el que desciende la escalera para encontrarse
con la humanidad en el peldaño más bajo y tener comunión con el ser humano (Filipenses 2: 6-11). El cristianismo no
se basa en lo que el hombre puede hacer para llegar a Dios como la religión, se
basa en lo que hizo Dios para llegar al hombre.
El cristianismo es algo así como un importante curso
donde para aprobarlo no tienes que presentar exámenes, ni memorizar todo lo que
se te enseña sino básicamente conocer al profesor, saber quién es él y
desarrollar un trato personal con él. Es por eso que podemos decir con toda
certeza que la fe cristiana no es una
religión, es una relación. No es un
sistema de doctrinas y creencias. Es una
persona.
Aunque la religión se iniciara con fines puros a llegando
a ser un medio para controlar a las masas. Por un lado predica amor, verdad y
unión, pero es la principal creadora de hipocresía, sembradora de odio, crea divisiones,
se aprovecha de los deseos sinceros de creer de las personas para manipular
entre otras cosas, es por eso que el apóstol Pablo advirtió a todos los que se
consideraban religiosos que debían refrenar su lengua, dedicarse a servir a
otros y apartarse del mal (Santiago
1:26-27). Y Jesús al ver a los líderes religiosos nos advertía sobre ellos
diciendo que debíamos hacer lo que ellos dicen, más no lo que ellos hacen (Mateo 23: 2-4).
Muchos piensan que por el hecho de ser evangélicos o
católicos ya son cristianos, pero no importa si eres católico o evangélico, si
no tienes una relación personal con Dios a través de Jesús, tú no eres
cristiano. Solo estás practicando una religión. Pablo dijo; “Así que, el que piensa estar firme, mire
que no caiga.” (1
Corintios 10:12) por tanto debemos examinarnos a nosotros mismos si estamos
en la fe; probarnos a nosotros mismos para comprobar si Jesucristo está en nosotros,
o por el contrario nos encontramos reprobados (2 Corintios 13: 5) debemos preguntarnos: ¿tengo una relación
personal con Cristo? ¿Soy yo verdaderamente Cristiano? Porque no es lo mismo
ser evangélico que tener una relación personal con Dios, es vital que pensemos
con seriedad en todas las implicaciones de aceptar a Cristo en tu vida. Tu
puedes ser un buen evangélico o un buen católico, leer la Biblia, orar, ser
fiel a tu iglesia, hablar a otros acerca de Dios y hasta ser líder en tu
congregación pero eso solo te convierte en un religioso, un muy buen religioso.
Sé que esto es difícil de aceptar, pero debemos hacerlo para poder avanzar al
lugar donde de verdad necesitamos estar. Mas para ser verdaderamente un
cristiano necesitas tener una relación personal con Dios. La Biblia describe el
ser cristiano como una relación matrimonial donde tú adquieres un triple
compromiso o entrega:
A) Compromiso intelectual. Así como es importante conocer a la persona con la
que te vas a casar, su personalidad, sus gustos e intereses de la misma manera
tu relación con Dios implica un compromiso tanto de tu mente como de tu
intelecto buscando cada día conocer más y más de tu amado Salvador. No debes
vivir una fe ciega. Ser cristiano no significa creer cosas solo por la
necesidad de creer en algo. La fe cristiana se basa en hechos documentados y registros históricos
(Romanos 12: 2).
B) Compromiso emocional. Al hablar de compromiso emocional me refiero a amar
a Dios sobre todas las cosas (Mateo 22:37-38), pero es muy común confundir el amor con
emocionalismo. Esto es una cosa nada buena, porque las emociones son muy
fluctuantes, en un momento queremos algo y al siguiente nos aburre mientras que
el amor nunca deja de ser (1 Corintios
13). El amar a Dios nos permite confiar en él, creerle y ser obedientes, aceptar
su voluntad por muy descabellada que parezca, porque sabemos que el solo busca
nuestro bien y Él sabe muy bien lo que hace. Cuando le amamos obedecemos sus
mandamientos, guardamos su palabra, buscamos de él cada día más.
C) Compromiso de la voluntad. Así como en el matrimonio, por más que estés comprometidos
emocional e intelectualmente, no estarán casados hasta que hayas dicho el sí
quiero, una expresión de compromiso mutuo. Lo mismo sucede con tu relación con
Dios. Tú no llegas a ser cristiano solo porque te emocione la idea de serlo o
porque estés de acuerdo con las enseñanzas de la Biblia. Llegas a ser cristiano
cuando además de todo lo demás entregas tu voluntad a Dios permitiendo que Él
controle y dirija tu vida reconociéndolo como la autoridad máxima de tu vida,
estar dispuesto a ordenar tu estilo de vida, tu forma en que vives, piensas y actúas
de acuerdo a su voluntad y vivir en obediencia a Dios en tu vida cotidiana.
La verdad es que no importará a que iglesia asista o
de que religión seas, si ella es la verdadera o no. Si crees que Jesús es el
hijo de Dios y Salvador del mundo, si crees que murió por tus pecados, pero
nunca le has entregado el control de tu vida, sin lugar a dudas eres un buen evangélico,
pero realmente no eres cristiano, no tienes una relación personal con Dios.
Pastor Eliezer
David Guevara C.