Dentro de las distintas doctrinas eclesiásticas de los últimos tiempos se han arraigado muchas ideas distintas a cerca de lo que significa ser cristiano. Muchos de estos nacen del pensamiento romántico de los fieles, así como del pensamiento filosófico de los mismos, otros buscan su apoyo en algún texto bíblico, muchas veces fuera de su contexto, y en otras circunstancias una mezcla de todas las anteriores. En unas antiguas notas del pastor (La religión verdadera) hablamos de lo que era realmente el cristianismo y como este no podía considerarse una religión, en esta oportunidad trataremos de explicar que es y que significa ser cristiano. Para empezar debemos entender, y lo que voy a decir puede perturbar a muchos porque choca con las enseñanzas que han creído y enseñado a otros durante muchos años, que no se es cristiano por creer en Dios, la Biblia nos dice que los demonios creen en Dios y tiemblan (Santiago 2:19). Tampoco se es cristiano por haber nacido en el seno de una familia cristiana (hijo de padres cristianos), menos porque seas católico o evangélico, ser muy religioso siguiendo o cumpliendo ritos, sacramentos y tradiciones, asistir a la iglesia y participar en las distintas actividades que en ella se realizan, dar diezmos y ofrendas o limosnas, ayudar a los pobres nada de eso te convierte en cristiano. Si revisamos los evangelios encontraremos que en los tiempos de Jesús había mucha gente que creían que ellas estaban bien con Dios porque eran religiosas, pero Jesús vez tras vez les reprochó su conducta inquietándolos a que si estaban confiando solamente en sus actitudes para seguir a Dios, ellos morirían en sus pecados (Juan 8:24). Por otro lado usted no se convierte en cristiano al levantar su mano, dar un paso al frente y hacer una oración (aunque este puede ser el primer paso para llegar a serlo, hacer una oración no te convierte automáticamente en cristiano). Y menos creas que ser un cristiano es alguien que profetiza y hace milagros espectaculares, ¡nada de eso hacen a una persona cristiana! Jesús dijo: " Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad." (Mateo 7:22-23).
Origen de la palabra:
Para entender que es ser “cristiano” empecemos entendiendo que significa la palabra en sí misma. La palabra Cristiano viene del griego “jritianós” significa “pequeño Cristo ("Cristico" o “Cristisico”)", en nuestros tiempos esta se define como un partidario o seguidor de Cristo. Por otro lado la palabra “Cristo” es la traducción al griego del vocablo hebreo "Mashiaj" o "Mesías". Que significa “Ungido” rey y sacerdote aunque debo señalar que en la traducción griega se pierde la connotación de rey y sacerdote significando esta simplemente ungido. La palabra cristiano solo aparece tres (3) veces en toda la Biblia dentro del compendio conocido como “Nuevo Testamento”.
La primera vez que encontramos la palabra cristiano en la Biblia es en Hechos 11:26, según el texto la palabra “cristiano” fue usado por primera vez en Antioquía. Es importante para entender bien ese acontecimiento señalar primeramente dos elementos importantes, el primero es que en los tiempos de Jesús el Judaísmo se encontraba principalmente dividido en cuatro (4) cultos o denominaciones distintas (también llamado sectas) que son los Saduceos, los Fariseos, los Esenios y los Zelotas cada una con rasgos doctrinales muy características propias. La segunda es que el mensaje y actitud de Jesús nunca fue la de crear una nueva religión, sus enseñanzas están contenidas dentro de los parámetros de la fe Judaica y el mismo se identificó con ella. Así mismo, la iglesia primitiva era vista como una secta judía como las ya antes mencionadas, nunca como una nueva religión muy aparte de esta (Muchos estudiosos y detractores de la Biblia afirman que la “religión cristiana” fue creada realmente por el apóstol Pablo). Los que predicaban a Jesús preferían llamarse “hermanos (Hch. 6:3)”, “discípulos (Hch. 15:10)”, “santos (Hch. 26:10)” o “creyentes (1ª Ti. 4:12), mientras que el resto de los judíos, los llamaban: “camino (Hch. 9:2; 19:9, 23; 22:4)” o “nazarenos (Hch. 25: 5). A raíz de la persecución que recibió la iglesia primitiva (Hch. 8:1, 4) la iglesia fue esparcida y un grupo de creyentes se asentó en Antioquía, ciudad de Siria, situada sobre el río Orontes a 26 km del Mediterráneo a unos 480 km al norte de Jerusalén. El término cristiano fue utilizado por los antioqueños de forma despectiva hacia la iglesia debido a su afán de hablar de Cristo a toda hora, es importante señalar que los que llamaban a la iglesia así no eran judíos ya que estos no reconocían a Jesús como “Mesías (Cristo)”. Para el 58 d.C. el término ya era bien conocido en la ciudad de Cesarea e inclusive lo usaban los oficiales públicos, pues fue entonces cuando el rey Agripa II le dijo al apóstol Pablo: “Por poco me persuades a ser cristiano”. Como podemos leer en Hch 26:28 el cual es la segunda vez que encontramos el término en la Biblia.
Aunque el termino originalmente fue usado a manera de burla, los creyentes vieron en esto algo por lo cual no sentirse avergonzados sino mas bien, como una bendición (Mt. 5: 11-12) el que se les considerara como “pequeños Cristos” (cristianos), no por creerse Dios, sino por tener una relación cercana con Jesús, pensar y sentir exactamente como Él. Por sus esfuerzos al tratar de imitar a Cristo a razón del amor por Él y la gratitud por el haber muerto en la cruz y regresado de la muerte era para la iglesia motivo de gloria como podemos encontrar en 1ª P. 4:16 el cual es el tercer y último texto donde encontramos el termino en la Biblia. Ya para el segundo siglo de nuestra era en adelante, el término ya estaba establecido y aceptado por los creyentes como un título de honra.
Lo que significa ser cristiano:
Ahora nos toca definir que es en esencia realmente “ser cristiano” aprobado por Dios fuera de todo religiosismo. El concepto de cristiano implica tres aspectos importantes que lo definen ampliamente y que se encuentran respaldados por la Biblia. Los mismos son: Discípulo de Jesús, Seguidor de Jesús e Imitador de Jesús. Explicaremos cada uno de estos aspectos que definen el ser cristiano a continuación.
Discípulo de Jesús
Un cristiano es un discípulo o alumno que ve en Jesús a su maestro o profesor y mentor, su guía y consejero. Le reconoce como fuente de sabiduría y palabra de vida eterna (Jn. 6: 67-69) que anhela para sí mismo y compartir con otros. El cristiano aprecia más que todas las cosas el conocimiento que emana de Jesús el cual Él solo comparte con sus discípulos (Mateo 13: 10-11), como el tesoro escondido que un hombre halló o la perla de gran valor que el comerciante encontró y por lo cual fueron y vendieron todo lo que tenían para conseguir cada uno su tesoro (Mt. 13:44-46). El Discípulo de Jesús ve en Él una fuente inagotable de superación personal y éxito en todos los ámbitos de su vida (Mateo 10:1) y sueña algún día ser tan sabio y especialista como su Gran Maestro (Mt. 10:24 Cf. Lc. 6:40). Es así que el Alumno o discípulo de Jesús va a Él, busca cada día aprender de Él, no se pierde ni una sola de sus enseñanzas (Mateo 5:1), sus lecciones son totalmente prácticas para ser puestas por obras y aunque estas sean contrarias a su forma de pensar, forma de ver el mundo o intereses, termina por aceptarlas porque comprende que que Jesucristo sabe más y tiene una visión más amplia de todas las cosas que la visión limitada propia. Lo genial es que Jesús es un profesor que para aprobar sus clases no tienes que presentar complicados exámenes, sino conocerle y mantener una relación personal con Él y Jesús toma mucho en cuenta tu deseo de querer aprender de Él. Así que para ser un cristiano debes convertirte en su discípulo, un discípulo de Jesús que vive y cumple sus enseñanzas.
Imitador de Cristo:
Ser cristiano implica ser un imitador de Jesús. Esto está directamente ligado a nuestra conducta, alguien que se comporta o trata de ser como un “pequeño Cristo”. Ahora bien, este concepto no implica anular nuestra personalidad y originalidad como individuos para convertirnos en un clon de Jesús, de ninguna manera, sino más bien hacer de Él nuestro modelo a seguir. Hace poco mi hijo mayor de 6 años (para el momento de realizar estas notas) me dijo que cuando crezca quiere ser como yo, lo cual me conmovió mucho. Ahora él no se va a convertir en un clon o copia de mi, más bien, yo voy a ser su ejemplo, su modelo a seguir mediante el cual podrá definir su propia identidad. Todos necesitamos un modelo a seguir, un héroe, un mentor, un padre que imitar para definir lo que somos o lo que llegaremos a ser. El cristiano hace de Jesús su modelo a seguir, su meta es que vean reflejado a Jesús en ellos, llegando a la “estatura de la plenitud de Cristo” (Efesios 4:13). Por lo cual se pregunta qué aria nuestro Señor Jesucristo en tal o cual situación y actúa consecuentemente (1 Tesalonicenses 1:6). Hace propio su estilo de vida, su forma de ver el mundo, su fe, conducta y forma de tratar con los demás, su intensidad con la que ama, su búsqueda de intimidad con nuestro Padre Celestial y su obediencia y sujeción a Él, un cristiano trata de ser un pequeño Cristo (1 Corintios 11:1).
Seguidor de Cristo:
Y llegamos al punto más argüido de ser cristiano. Un cristiano significa ser un seguidor de Cristo Jesús Señor nuestro. (Mateo 9:9). E visto como muchos tienen la idea errónea de que al ser cristianos nos sobrevendrá la prosperidad y la abundancia y tendremos una vacuna contra toda enfermedad o desgracia y todos nuestros problemas serán resueltos por Dios gratuitamente como si Jesús fuera el genio de la lámpara maravillosa, nada más lejos de la verdad. Esto surge de la idea de que los cristianos tienen derecho a vivir una vida libre de luchas, penas y sufrimiento. Es posible que lo que acabo de decir incomode a alguno. Ciertamente, Dios quiere que seamos felices, el promete gozo, paz, prosperidad, sustento y ricas bendiciones, sin embargo Jesús nunca prometió un lecho de rosas, Él nunca dijo que la vida sería fácil y que a los que le siguen solo le pasarían cosas buenas. Jesús dice: “en el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he venido al mundo. (Juan 16:33).” Este tipo de pensamiento ubica al seguidor de Jesús como alguien mejor o superior que el propio Jesucristo. Si Jesús sufrió y padeció, no podemos pretender que sus seguidores nunca pasarán por penurias. Jesús dijo: “De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió (Juan 13:16)”. Jesús responsablemente le advierte a todos los que quieren seguirle que el hacerlo implica a veces pasar necesidad y es necesario dejar atrás todo aquello te impide anunciar el reino de Dios porque para seguirle es necesario ser perseverante y no mirar atrás para poder tener entrada en el reino de Dios (Lucas 9:57-62). Sé que se nos enseña que la salvación es gratuita, pero el seguir a Cristo implica pagar un precio (Mateo 16:24). Ahora, ¿si seguir a Cristo no te garantiza el librarte de penurias para qué seguir a Cristo? Ah, porque seguir a Jesús es ser alumbrado por luz de vida que quita toda oscuridad en nuestro camino (Juan 8:12). Porque al seguir a Jesús todas las cosas malas que podamos afrontar de una u otra forma terminaran siendo de beneficio para él seguidor de Jesús (Ro. 8:28-39). El promete estar con nosotros hasta el fin (Mateo 28:20) y darnos la victoria sobre toda adversidad porque Él ya venció al mundo. Hablando metafóricamente ser un seguidor de Cristo es estar dispuesto a andar por todo tipo de camino o terreno y seguir adelante no importa lo difícil, inhóspito o desolado del terreno o lo infranqueable del camino siempre con los ojos y confianza puestos en Jesús quien va delante sin perderle de vista ni un momento. Eso es ser cristiano.
Ahora bien, en mis tiempo de universitario me topé con una definición de “cristiano”, muy distinta a la ya mencionada, la cual era usada dentro del ministerio misionero estudiantil al que pertenecía y donde tuve la oportunidad de capacitarme como misionero. Ellos definían cristiano según Apocalipsis 3:20 como “Cristo viviendo en mi” lo cual es un concepto bastante interesante si analizamos las implicaciones que esto conlleva y que merece ser tomada en cuenta, sin embargo he de acotar que este concepto no deriva directamente de la palabra cristiano sino más bien una definición romántico filosófica doctrinal. Lo cierto es que Jesús no solo debe vivir en tu corazón para ser cristiano, debe estar en el trono de tu corazón como gobernante de tu vida para que este de perfecto orden a tus prioridades e intereses, porque puede pasar que esté en tu corazón, pero sea tu ego y no Cristo el que guíe tus decisiones lo cual puede ocasionar que tu vida no se encuentre muy ordenada que digamos.
En Jn. 3:16 encontramos:
"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna."
He escuchado en varias ocasiones este texto citado de manera incorrecta pronunciando el verbo creer en tiempo pasado, pero no, realmente está en tiempo presente. Uno no es cristiano porque creyó, sino porque cree con todo lo que ello implica. Es por eso que hacer una oración en voz alta invitando a Jesús a tu corazón no lo va a hacer a usted cristiano, aunque, como ya se dijo al inicio, este puede llegar a ser el primer paso para llegar a serlo. Ser cristiano es cosa de todos los días, de todo momento, En todo momento debes creer y actuar. Existen muchas personas que un día hicieron sinceramente una oración para recibir a Jesucristo como su Señor y salvador y sin embargo hoy en día se han apartado volviendo a la práctica habitual de su antigua forma de vivir y hasta peor. El porque de esto Jesús lo explicó muy bien a través de su parábola del sembrador (Lc. 8:4-15). Para ser cristiano se debe ser fiel y perseverante en aprender, seguir e imitar a Jesús. El concepto de cristiano está ligado como discípulos a nuestra manera de pensar, como imitadores a nuestra manera de actuar y como seguidores a nuestra perseverancia en Jesús en todo tiempo.
Ahora bien, mirarse en el espejo de Jesús no es nada fácil, porque al hacerlo queda de manifiesto lo pecadores que somos (Lucas 5:8). Una de las cosas más difíciles de ser cristiano es descubrir que no somos lo que creíamos ser y hasta podemos llegar a la negación antes de reconocerlo, pero solo así podemos dar el paso para madurar y acercarnos a ese modelo del barón perfecto que es en cristo Jesús Señor nuestro (Efesios 4: 13). Y así mismo al colocarnos en las sandalias de Jesús siendo un cristiano verdadero incomodará a los demás que no lo son. Como siervo del Señor he recibido ataques donde me han dicho que yo me creo Dios o Jesús aun de mis propios hermanos de la fe por aplicar las enseñanzas y conducta de Jesús a mi vida. Lo cierto es que lo imperfecto queda de manifiesto ante lo perfecto y así nos sentimos imperfectos e inmundo ante lo santo. La mayoría de las personas se sienten gozosas de tus éxitos siempre y cuando estos no sean mayores que los tuyos. Una vez un hermano se ofendió terriblemente porque una hermana tuvo la indiscreción de compararlo conmigo diciendo que yo era más espiritual que él. Ese hermano nunca me volvió a hablar. Esto ocurre y viene ocurriendo desde el principio, esa es la razón por la cual se les empezó a llamar a los seguidores de Jesús cristianos, pero esto no nos debe amedrentar. No debemos dejar de perseverar en la santidad y la doctrina de Jesús solo para que otros se sientan bien. Por el contrario debemos seguir porque no buscamos agradar a hombre si no a nuestro Señor Jesucristo. Es esto, y no otro lo que significa ser verdaderamente un cristiano.
Pastor Eliezer David Guevara C.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario